La orientación vocacional: un camino

ORIENTACIONEl final de la escuela secundaria cierra una etapa evolutiva importante en la vida de los jóvenes y abre otra de mayor compromiso y responsabilidad.

Hasta ese momento la vida de los chicos transcurre entre la escuela y la familia, de una manera organizada y predecible. Los cambios, las elecciones, decisiones y cualquier situación de conflicto son lideradas por los padres, quienes ejercen un rol protagónico y protector en la vida de sus hijos.

Finalizada la etapa escolar, todo comienza a cambiar: los jóvenes empiezan a dejar de a poco la dependencia de los padres y a ser más protagonistas de sus propias vidas, nacen en ellos nuevas expectativas y comienzan a delinear metas propias.

No es fácil para ellos la tarea de crecer, ya que el marco sociocultural actual es complejo, la sociedad es violenta, ecléctica y exigente y todo cambia y evoluciona de una manera vertiginosa.

Es un antes y un después en la vida de los chicos y este tiempo lo transitarán de acuerdo a sus características personales, a sus expectativas y a las metas que se vayan fijando.

Es en este momento donde los jóvenes necesitan orientación, para conocerse, para descubrir sus intereses y aptitudes, como requisito indispensable para la elección de su futuro ocupacional, sea una carrera universitaria o terciaria, un oficio o la concreción de una vocación (espiritual, artística, etcétera).

La elección del futuro laboral es colocar el primer ladrillo en la construcción del proyecto de vida de cada uno y esta elección va acompañada de otras muchas elecciones que también forman parte de ese proyecto. Los valores, los ideales y las metas conforman el hilo conductor que armonizará los distintos aspectos.

El Proceso de Orientación Vocacional comienza en el momento en que los jóvenes toman conciencia que la elección de una carrera y de un futuro laboral es algo muy serio que debe hacerse con responsabilidad, ya que ello incluye decidir no sólo una ocupación sino la clase de persona que se aspira a ser y el estilo de vida que se quiere vivir.

Por ello, la orientación vocacional es un proceso que promueve la introspección y la reflexión para descubrir los gustos, intereses, habilidades y aptitudes a través de distintas estrategias, incluidas la creatividad y el juego. La orientación vocacional es un proceso individual y personalizado, cortado a la medida de cada persona. El profesional a cargo de la misma, facilitará el proceso con todos los medios a su alcance: transmite seguridad, confianza, certeza de solución. Es un camino que se construye peldaño a peldaño, donde no hay caminos mejores o peores: la mejor forma de encararlo es la de cada uno. Con tiempo, sin exigencias, ayudándolo a manejar las dudas, los vaivenes, los temores y las ansiedades. Creando también un espacio para el error. Podemos equivocarnos, cambiar de idea, decidir hasta estar conforme y contento con lo elegido.

Esta etapa constituye un verdadero desafío para los hijos y para los padres y es importante que los chicos sean acompañados en este proceso. Los padres son referentes importantísimos para sus hijos y su presencia y acompañamiento representa mucho para ellos.

Acompañarlos en el proceso implica escucharlos, aclarar sus dudas, trasmitirles confianza, respetar sus temores y mostrarles siempre que la elección es de ellos, que están transitando un camino, donde se puede rever y volver a decidir hasta estar conformes y contentos con lo elegido.

Finalmente, es bueno tener presente que la elección vocacional es un momento importante de la vida, es un logro y es bueno transitar esta etapa con alegría y desafío.

Por María Cristina Penna

Licenciada en Psicología

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