Conflictos entre padres e hijos adolescentes

Conflictos entre padres e hijos adolescentes

Por Lic. Constanza Bonelli

La adolescencia es una etapa en la cual se transitan una serie de cambios físicos, psíquicos, químicos y sociales, que transforman el cuerpo de la niñez en un cuerpo adulto, mientras se desarrolla la identidad. En este camino de formación de quiénes queremos ser es necesario abandonar el niño que hemos sido y desde las distintas identificaciones que realizamos, iremos eligiendo quiénes queremos ser. Etapa de duelos por lo abandonado y de encuentro con lo nuevo.

Para la conformación de la identidad se utilizarán las identificaciones realizadas sobre las personas de los padres, pero a medida que se van distanciando de ellos, proceso necesario para poder ser uno mismo, se tomarán en cuenta las identificaciones con el entorno social. En esta era de la comunicación, en la cual las relaciones sociales tienen características muy distintas a las de antes, la globalización, las redes, las amistades en la web de a miles de personas y la sobrevaloración de la imágen, tienen una incidencia directa sobre el modo en que los adolescentes llevarán a cabo este proceso de creación de la propia identidad.

Los cambios físicos y psíquicos en esta etapa generan incomodidad e inseguridad. Son frecuentes las burlas, el rechazo por lo distinto, la intolerancia y la sobrevaloración del “¿Qué dirán?”. Es muy común que experimenten situaciones de bullying o ciberbullying siendo víctimas, victimarios o espectadores. Todo esto hace de la adolescencia un momento de la vida difícil de transitar.

Etapas de la adolescencia

La adolescencia atraviesa diferentes etapas. La primera es la que llamamos pubertad, que se da entre los 8 y los 12 años aproximadamente, y está marcada por una serie de cambios hormonales y físicos que pueden ser vivenciados como una crisis. Es una etapa en la que los padres tienen  que ser muy cuidadosos y respetuosos de esta situación incómoda para sus hijos. 

La segunda es la comprendida entre los 12 y los 16 años aproximadamente. Aquí suceden más los cambios psicológicos y emocionales. Es cuando más se separan de los padres y se acercan a sus amigos. Se dificulta la comunicación con ellos y suele ser el momento más crítico y de mayores enfrentamientos. Es una etapa de mucha vulnerabilidad frente a las influencias del entorno. Los padres deben respetar la intimidad de sus hijos pero estar atentos al proceso de cambio. 

La tercera etapa de la adolescencia llega a los 18 o 19 años y suele ser más tranquila. Ellos ya han superado los momentos más críticos y pueden ser más considerados con los demás. Sus grupos de pares están más consolidados y su identidad más definida. 

Conflictos entre padres e hijos adolescentes

Estar atentos

Es muy importante estar atentos a lo que pudieran estar atravesando para analizar si necesitan más ayuda de la que están recibiendo. Prestar atención a los cambios de humor o de actitud que pudieran mostrar. Observar el modo en que vivencian su imagen corporal, los gustos que desarrollan y las actividades que eligen realizar. 

Es importante que les brindemos una educación que no los sobreproteja ni los abandone, en una modalidad adecuada de presencia y ausencia que les permita el desarrollo de las herramientas necesarias para adaptarse y sobrellevar las dificultades de la vida.

Los conflictos más habituales 

El enfrentamiento y la rebeldía frente a los padres. En esta lucha casi inevitable, los padres deben estar disponibles al enfrentamiento, porque los hijos lo necesitan, sin olvidar la etapa de crisis que ellos atraviesan y estar igualmente disponibles a contenerlos y salir del enojo, sin quedar heridos por las peleas que se dan en la relación. 

Otros posibles conflictos se relacionan con las conductas que tengan respecto del orden y limpieza de sus habitaciones, la dedicación al estudio, los horarios de salidas, el consumo de alcohol y otras sustancias, la sexualidad, las amistades, la dificultad de comunicación, entre otros. 

La importancia de la comunicación

Una adecuada comunicación es fundamental para poder acompañarlos a atravesar esta difícil  etapa. Poder escucharlos con atención, disponer de espacios de tiempo para estar con ellos, interesarse en sus actividades sin que se sientan invadidos, hacer los esfuerzos que sean necesarios para entenderlos, estar atentos a las dificultades que pudieran estar viviendo, hacerles saber que estamos para lo que necesiten y que respetamos su crecimiento. Todo esto en una disponibilidad adecuada, ni tan presentes que se sientan invadidos ni tan ausentes que se sientan abandonados.

Lic. en Psicología UBA

Psicoanalista APA

Mat.: 31906 

 licbonelli@gmail.com / Ig: lic.constanzabonelli Cel.:156-272-2973

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