El pasado 25 de junio, se llevó a cabo un acto en el barrio Santa Bárbara con el único fin de transmitir un triple mensaje de: paz, cuidado del medio ambiente y un recuerdo a las víctimas del bombardeo atómico de Hiroshima. El barrio recibió un ejemplar de Alcanfor, descendiente de un árbol que sobrevivió al bombardeo atómico de Hiroshima, cuyas semillas fueron recibidas desde la Iniciativa Green Legacy Hiroshima y quienes eligieron regalarle a Santa Bárbara uno de ellos.
El evento se desarrolló sobre la rotonda del boulevard de la salida de la calle Austria, con la presencia del Sr. Yañez, administrador del barrio, Rodrigo Molino, presidente del bloque Frente Renovador del Consejo Deliberante, en representación del intendente Julio Zamora y el Lic. Julio Bernal, miembro del Proyecto «Semillas de Paz». Varios vecinos concurrieron al lugar para escuchar el testimonio del Lic. Bernal y entender un poco más acerca de la importancia de este nuevo árbol en el barrio.
Este es descendiente de uno de los 170 árboles sobrevivientes al bombardeo de Hiroshima que se encuentran en 55 lugares diferentes y que viven desde hace 71 años, cuando nadie pensó que podría florecer nada después de la tragedia. Sin embargo, según explicó el Lic. Bernal al público, “estas semillas llegaron a nosotros a través de un grupo de voluntarios de Hiroshima, quienes se encargaron de esparcirlas alrededor del mundo para transmitir paz mundial. Y hoy ustedes son uno de los afortunados en recibir, como suelo decir, una de estas plantas que nació de exportar paz en semillas”. El proyecto, lleva entregados ya cientos de árboles. En un comienzo fueron entidades japonesas quienes los recibían y luego fueron estudiando otros lugares posibles e idóneos para plantar cada uno de estos árboles. Actualmente, les restan 6 ejemplares por entregar y ya los contactaron de Paisandú y el Club River Plate.
Luego de explicar el origen del árbol y la importancia de entender y transmitir el triple mensaje, se invitó a los más chicos a ayudar a rellenar con tierra el pozo donde fue plantado el árbol como un símbolo de unión y esperanza, con una canción de fondo que volvió aún más emotivo el momento.
Los representantes del Barrio Santa Bárbara, por su parte, se comprometieron a cuidar el alcanfor y a contactarse con los líderes del proyecto en el caso de que surjan nuevas semillas para que se puedan esparcir a diversos lugares y seguir así, multiplicando el mensaje. A su vez, el municipio de Tigre acompañó con alegría la iniciativa de tener una especie sobreviviente al bombardeo en el partido y brindó su apoyo y ayuda necesaria al proyecto.
Para darle un marco formal y a manera de cierre, se firmaron las actas donde consta que el barrio recibe como obsequio de “Semillas de paz” un ejemplar de alcanfor y que de ellos depende su cuidado.
Ahora, Santa Bárbara deberá transmitir a su comunidad la importancia de este árbol y su mensaje.
Por Bárbara Azcona