La ONG Banco de Alimentos relanzó el programa Desayunos Saludables, que busca garantizar una alimentación nutritiva para más de 12.000 chicos y chicas de entre 3 y 12 años del AMBA. La iniciativa, que se extenderá durante todo el año, está destinada a organizaciones sociales, jardines maternales y espacios de apoyo escolar.
Además de la entrega de alimentos esenciales para el desayuno, el programa incluye talleres educativos con el objetivo de promover hábitos saludables desde la infancia, en un contexto donde la mitad de los niños en Argentina vive en situación de pobreza.
Durante el primer año de implementación, el programa alcanzó a 12.635 niños y niñas de 89 organizaciones sociales, entre comedores, jardines comunitarios y centros de apoyo escolar. A lo largo del año, se distribuyeron los insumos necesarios para elaborar un total de 1.657.730 desayunos.
Uno de los componentes destacados del programa fue la estrategia de educación alimentaria, que se desarrolló en paralelo a la entrega de alimentos. Se dictaron talleres para los referentes de las organizaciones participantes con el fin de fomentar el consumo de frutas, lácteos y cereales, así como reforzar el rol del desayuno como una de las comidas fundamentales del día.
“El 95% de los referentes notó cambios significativos en los niños: mayor energía y vitalidad, mejor actitud, más concentración e interés por aprender sobre alimentación y una reducción del consumo de productos poco saludables”, aseguró Ivana Gonzalez, nutricionista responsable del programa, citando los resultados de una encuesta realizada entre las instituciones participantes.
El impacto del programa fue evaluado por el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), que validó la mejora nutricional de los desayunos a través de un análisis cualitativo y cuantitativo. De cara a 2025, desde la organización anunciaron su intención de sostener la iniciativa durante todo el año, manteniendo su alcance actual. El foco seguirá puesto en garantizar desayunos saludables de calidad nutricional y en profundizar las acciones formativas dirigidas a las organizaciones sociales.
“Este programa es una muestra concreta de cómo una buena nutrición puede cambiar el presente y el futuro de miles de chicos: para aprender primero hay que alimentarse. Para nosotros es un compromiso central sostener y expandir esta iniciativa, e invitar a más aliados a que se sumen a este esfuerzo colectivo”, expresó Fernando Uranga, director general de Banco de Alimentos Buenos Aires.
Desde la entidad destacaron también que, más allá de los aportes institucionales, la continuidad del programa requiere del apoyo de personas y empresas interesadas en colaborar. “Sumar voluntades es esencial para garantizar que más chicos accedan a una alimentación adecuada que les permita crecer, aprender y proyectar un futuro mejor”, remarcaron.
Banco de Alimentos Buenos Aires trabaja desde el año 2001 con el objetivo de reducir el hambre, mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos. Su sede está ubicada en Benavídez, partido de Tigre, y funciona como centro logístico de recepción, clasificación y distribución de donaciones que llegan a comedores y organizaciones sociales de Capital Federal y el conurbano bonaerense.
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