Una obra que genera muchas dudas

Una obra que genera muchas dudas Acceso NorteAl principio parecía una reparación en la capa asfáltica. Pero pasó el tiempo y no lo arreglaban. Y, luego, lo pintaron, con lo que quedó confirmado que no era algo temporario. El nuevo tratamiento del asfalto en el carril más rápido del Acceso Norte genera dudas entre los automovilistas. En la concesionaria de la Panamericana dicen que es una medida de seguridad que está siendo utilizada en muchos países del mundo.

Quienes transitan a diario hacia la Capital Federal lo notaron hace ya un par de meses. Primero fue en la mano que va desde Buenos Aires al norte. Luego en la que ingresa a la ciudad. En horarios nocturnos, durante los fines de semana, una cuadrilla de trabajadores con una máquina iba “decapando” el carril más rápido de la autopista. El asfalto quedaba como cuando se hace el “reclamado”, un trabajo que implica sacar toda una capa de la calle para hacer una nueva terminación asfáltica.

Al transitar por esos carriles, ahora, las cubiertas vibran, generando ruido en el vehículo. Pero, además, ese carril quedó unos milímetros más bajo que los restantes de la autopista, por lo que al entrar o salir del mismo se siente un escalón (pequeño, pero escalón al fin) que impacta en las ruedas.

La sorpresa vino con el paso de los días: otra cuadrilla de operarios pintó nuevamente las marcas que separan los carriles. Las rayas blancas quedaron incluso montadas sobre esos pequeños escalones del asfalto. Parecía la confirmación de que no era una obra provisoria, sino que quedaría así.

Ante esa situación, Gallaretas consultó a los voceros de Autopistas del Sol, la concesionaria del Acceso Norte. Y la respuesta fue que se trataba de una “obra para mejorar la seguridad”.

“Es algo que se está haciendo en muchos países del mundo, darle mayor textura al asfalto para que los vehículos tengan mayor adherencia”, dijeron en la empresa.

Según explicaron, el asfalto en ese carril más rápido ahora tiene más rugosidad, lo que evitaría “patinadas” de las cubiertas, añadiendo potencia al frenado. “Aunque es cierto que genera alguna incomodidad al circular, mayor ruido”, reconocen.

“El escalón entre un carril y otro es de pocos milímetros, no afecta para nada la seguridad”, añaden en la compañía. Pero reconocen que en la mano que va del norte al sur, la de ingreso a la ciudad, lo hicieron más bajo y con un bisel para que se sienta menos al cruzarlo, dado que habían detectado quejas de los usuarios.

“El problema es que algo que hicimos para mejorar la seguridad pueda ser interpretado como un problema que afecta la seguridad”, añaden en la autopista. Pesó, claro, que no hubo ninguna comunicación que explicara lo que estaban haciendo como para que los usuarios pudieran evaluar de otra manera la obra.

Lo que queda claro es que, al menos por el momento, el carril seguirá así. E ir al centro, o volver de allí por el carril más rápido será más incómodo. De todas maneras hay que recordar que las reglas de tránsito indican que ese carril debe ser usado principalmente para sobrepasar a otros vehículos, y no para circular. Aunque las reglas (esta y tantas otras) no siempre son lo que se aplica en el complejo tránsito de estos días.

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