Los excesos en la alimentación, el consumo de bebidas, los cambios en los horarios y la incorporación de nuevos alimentos pueden modificar el equilibrio natural de nuestro organismo durante las vacaciones. Por esta razón, la Dra. María Teresa Morán, gastroenteróloga de DIM Centros de Salud, ofrece recomendaciones sobre cómo mantener la salud digestiva en esta época y proporciona consejos prácticos para disfrutar sin contratiempos.
Cuando viajamos, es probable que presentemos algunos problemas gastrointestinales , los más frecuentes son:
1) Diarrea del viajero: es uno de los problemas más comunes y ocurren principalmente por consumir agua o alimentos contaminados con bacterias, virus o parásitos. Puede ir acompañada de dolor abdominal, náuseas y, a veces, vómitos.
2) Indigestión o dispepsia: comer alimentos ricos en grasas, picantes o en exceso puede causar malestar estomacal, dolor, acidez y distensión abdominal. El estrés o la alteración de los hábitos alimentarios también pueden contribuir.
3) Estreñimiento: los cambios en la dieta, la deshidratación y el estilo de vida sedentario durante los viajes pueden provocar dificultad para evacuar, lo que genera dolor abdominal y malestar.
4) Infecciones parasitarias: en algunos destinos tropicales o rurales, el riesgo de infecciones por parásitos intestinales es mayor, lo que puede generar diarrea crónica, malabsorción y dolores abdominales.
Los principales causantes de trastornos digestivos en vacaciones suelen ser:
– Agua y alimentos contaminados: suele ser común en regiones con estándares de higiene más bajos.
– Cambios en la dieta: El consumo de alimentos nuevos o diferentes (como comida picante, alimentos crudos o poco cocidos) puede alterar el sistema digestivo.
– Estrés: El cambio de entorno, la ansiedad y el estrés pueden afectar la función intestinal.
– Cambio en la rutina de sueño y actividad, por ejemplo, el «jet lag» y la alteración del ciclo de descanso también pueden influir en la digestión.
A continuación te contamos cómo cuidar tu salud digestiva para evitar lo mencionado anteriormente:
1) Cuidar las medidas de higiene
– Evitar consumir agua no embotellada o bebidas con hielo en lugares de riesgo.
– Lavarse las manos frecuentemente y utilizar geles desinfectantes si no hay acceso a agua y jabón.
– Evadir alimentos crudos o mal cocidos, especialmente mariscos, carnes y ensaladas que puedan haber estado en contacto con agua no potable.
2) Cuidado con los alimentos:
– Optar por comida cocida y recién preparada, especialmente en mercados o puestos de comida callejera.
– Evitar los lácteos no pasteurizados si no se está acostumbrado a ellos.
3) Adaptarse gradualmente a la comida local
Intente no alterar sus hábitos alimenticios de forma muy drástica. Es bueno mantener los hábitos en este sentido y evitar la tentación de probar nuevos alimentos o bebidas, al menos por algunos días. Prefiera los vegetales, los granos, las frutas y los yogures naturales
4) Hidratación: es fundamental mantenerse bien hidratado, pero siempre con agua segura.
5) Protegerse del estrés: poner en práctica técnicas de relajación o respiración para minimizar el impacto del estrés y los cambios de rutina.
6) Aprovechar cualquier oportunidad para mantener la actividad física durante el viaje: incluso una caminata rápida en las mañanas es algo bueno.
7) Moderar el consumo de alcohol y el exceso de azúcares refinados: los azúcares, las bebidas carbonatadas y alcohólicas pueden irritar el tracto digestivo y promover la proliferación de bacterias en el intestino. Es más, si estamos acostumbrados a comidas caseras, este cambio repentino puede generar molestias digestivas.
Finalmente, te recomendamos productos útiles durante el viaje para mantener y cuidar nuestra salud digestiva:
– Sales de rehidratación oral (SRO): Son esenciales en casos de diarrea y vómitos, ya que ayudan a reponer los líquidos y electrolitos perdidos, previniendo la deshidratación.
– Incluir probióticos en la alimentación: A través de productos como yogur, kéfir o leches fermentadas. Los probióticos son microorganismos vivos que, en cantidades adecuadas, proporcionan beneficios para la salud. Estos compiten con los patógenos intestinales, generan sustancias que nutren la mucosa del colon y pueden ser útiles frente a problemas digestivos. Consumir yogur y alimentos fermentados, como aceitunas o pepinos en conserva, contribuye a restaurar la flora intestinal y aliviar el estreñimiento de manera natural.
– Bebidas isotónicas: Estas bebidas, que contienen una mezcla equilibrada de agua, sales y azúcares, son útiles para mantener el balance de electrolitos y la hidratación, especialmente cuando se realizan actividades físicas o se está expuesto a calor extremo.
– Medicamentos antidiarreicos y antiespasmódicos: El subsalicilato de bismuto, conocido como Pepto-Bismol, es un medicamento utilizado para prevenir y tratar la diarrea del viajero. El bromuro de hioscina ayuda a aliviar el dolor abdominal y los cólicos.
– Suplementos de fibra: Si se tiende al estreñimiento, los suplementos de fibra (como el psyllium) pueden favorecer el tránsito intestinal durante el viaje. No retrase la necesidad de evacuar cuando sienta el impulso.
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