De hijos a padres

Por Lic. Constanza Bonelli

De hijos a padres. Nacemos en un estado de indefensión que nos deja en una dependencia absoluta a quienes se ocupen de las funciones paternas. A medida que van desarrollándose nuestro cuerpo y nuestra mente, nos emancipamos cada vez más. Esta maduración se da de un modo progresivo y gradual. 

Pero no solo se trata de una evolución ascendente, ya que llega un momento en el que los adultos mayores, debido a enfermedades o a cuestiones de deterioro físico o mental por el mismo paso del tiempo, vuelven a un estado de dependencia parcial o absoluta como en la primera infancia. Es allí donde pasamos de ser hijos a ser padres, no sólo de nuestros hijos, sino también de nuestros padres. 

Los padres ancianos con dificultades de autoabastecerse dependen de los cuidados de sus propios hijos quienes, además, se encuentran en un momento de la vida en el cual están conformando y sosteniendo una familia con hijos que, más grandes o más pequeños, también dependen de ellos.

Ver  a nuestros padres envejecer, enfermar, sufrir y depender no es algo grato de transitar. En principio es doloroso dejar de tener frente a nosotros esa imagen protectora que construímos a lo largo de nuestras vidas. Perdemos, de algún modo, el sostén imaginario y simbólico que aún manteníamos sobre ellos. Y además, encontrarnos con su debilidad y su cercanía a la muerte, o incluso su muerte, nos enfrenta a la realidad de ser nosotros quienes quedamos, ahora, frente a esta etapa final. 

Sin dudas, fantasías que construímos para dar cierto sentido al discurrir de la vida que no siempre se dan con esta cronología idealizada. Si hay algo que sabemos es que vamos a morir, todos, y si hay algo que no sabemos, es cómo y cuándo será. 

Vivimos en una cultura que privilegia la juventud y que no es tolerante a las marcas del paso del tiempo, en donde los signos de vejez son sinónimo de desecho y no se respeta la importancia de la sabiduría adquirida por la experiencia.  

Nos encontramos con nuestros padres envejeciendo, enfermando y necesitando de nosotros cada vez más, mientras construimos nuestra familia, nuestro trabajo, mientras afrontamos las exigencias económicas, la realización personal, entre otras cosas. Confluyen demandas de todo tipo en el momento exacto en el que nos chocamos con la realidad de tener que cuidar a nuestros padres. 

Esta situación puede causar estrés y tener una influencia negativa en la salud física y psíquica. Es por ello que es importante estar, dentro de lo posible, preparados para enfrentar este acontecimiento. La angustia que emerge de esta vivencia difícil puede ser tal que requiera de algún tipo de consulta profesional que acompañe el pasaje por esta etapa. 

Es importante aceptar esta realidad que nos toca vivir evitando negarla, para poder hacerle frente con todos los recursos emocionales con los que contamos.  Saber que atravesamos circunstancias que nos hacen sentir algunas veces más aptos y otras menos aptos para atender adecuadamente dicha situación, así como reconocer nuestras limitaciones y saber que no todo está en nuestras manos.

Pero no sólo se trata de un momento doloroso. Si bien la enfermedad sí lo es, que nuestros padres transcurran la última fase de la vida nos brinda la posibilidad de aprender, al igual que lo hemos hecho en cada período vivido. Probablemente nos enfrentemos  en esta oportunidad a una mirada distinta del tiempo personal que nos queda, y del tiempo que les queda a ellos por vivir. Ocasión pertinente para replantearnos los momentos que compartimos y el ritmo en el que vivimos.  

Si aceptamos la realidad, será más fácil utilizar esta situación dolorosa como una posibilidad de crecimiento creativo. Puede ser un período de descubrimiento donde cada uno encuentra en el otro algo que lo modifica de manera positiva. Padres e hijos en un reencuentro de la dependencia, ahora invertida, que da lugar al agradecimiento y a la retribución de lo recibido. Como en todo proceso creativo se produce una transformación superadora que se proyecta, a la vez, a nuestros propios hijos.

De hijos a padres

                                        Lic. en psicología Constanza Bonelli (UBA) Mat.: 31906

                                                        Psicoanalista Asociación Psicoanalítica Argentina

                                                                                                      licbonelli@gmail.com

Para leer más notas de Salud.

No Comments Yet

Comments are closed

Revista locally

REVISTA

FOLLOW US ON

Contactáte con Revista Locally