Cada 9 de febrero se celebra el Día Mundial de la Pizza, un plato globalmente amado y declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En esta fecha, desde DIM Centros de Salud, la Lic. Patricia Mariela Chávez, nutricionista, nos invita a explorar las harinas más saludables, sus características, orígenes y usos. Con más de 5.000 millones de pizzas consumidas al año, la harina se presenta como un elemento clave para disfrutar de una pizza deliciosa y nutritiva.
«Desde la masa de coliflor, reducida en carbohidratos, hasta las opciones integrales repletas de fibra, se puede obtener una explosión de sabores y texturas. Además, si incorporamos ingredientes como queso bajo en grasa, harinas integrales, semillas, frutos secos, y vegetales frescos, nos proporciona beneficios a nuestra salud», explica la licenciada.
Harinas tradicionales vs. harinas integrales
Mientras que la harina blanca refinada otorga una textura suave y aireada, la harina integral, rica en fibra y nutrientes, es una opción recomendada para quienes buscan un mayor valor nutricional y un índice glucémico más bajo.
– Harinas sin gluten: Para personas con intolerancia al gluten o celiaquía, harinas como la de arroz o garbanzo son opciones seguras, pero deben combinarse con otros ingredientes para obtener una masa elástica y sabrosa.
– Harinas innovadoras: La harina de almendra o de coco, aunque menos comunes, son perfectas para quienes buscan opciones bajas en carbohidratos. Estas harinas aportan un perfil de sabor único y se destacan en dietas cetogénicas.
En este punto, hoy se están abriendo camino opciones impensadas. Por ejemplo, la HARINA DE CÁÑAMO SATIVA, derivada del procesamiento de las semillas del cáñamo. Es altamente proteica y rica en aminoácidos esenciales y elementos antioxidantes y omegas-3. No contiene gluten y, lo más divertido, es que la mezcla obtenida tiene un color verdoso muy original y perfecto para combinaciones de colores.
– Harina con carbón vegetal activo: se trata de un aditivo alimentario con propiedades polivalentes. Se agrega a la pizza en pequeños porcentajes a la harina de las masas para dar el característico color negro. Esto no modifica el sabor de la masa y proporciona una manera muy atractiva de presentar nuevas recetas y productos que atraen la mirada de los consumidores.
– Harina de soja: la cual no contiene gluten por lo que es apta para las personas celíacas o intolerantes al gluten. Es una opción realmente excelente para todos aquellos que siguen una dieta vegetariana, muy rica en proteínas, excelente para hacer pan, pizza y focaccia.
– Harina de avena: es un alimento con un índice glucémico bajo, por lo tanto, adecuado para la producción de alimentos para diabéticos. Tiene un alto contenido en vitamina B1 y zinc y es muy rica en fibra y sales minerales.
– Harina de maíz: tampoco contiene gluten y el producto final tendrá un acabado rústico y delicioso muy buscado por todos los amantes de las masas caseras.
– Harina de arroz y de legumbre (arvejas, garbanzos, lentejas, porotos): ganan cada vez más protagonismo. Son ricas en proteínas, sales minerales y antioxidantes. Son bajas en calorías, ideales para platos healthy y dietas saludables. Si además se le suman semillas como sésamo, girasol, chía, lino, calabaza o amapola se conseguirán masas deliciosas y saludables.
– Harinas sostenibles: el interés por la sostenibilidad también está marcando la elección de harinas. Variedades como la de sorgo, teff o harinas orgánicas promueven prácticas agrícolas responsables y reducen el impacto ambiental.
5 combinaciones atractivas de ingredientes para realizar las pizzas:
– Con champiñones y morrones: Champiñones salteados, morrones de varios colores, cebollas y queso bajo en grasa son ingredientes saludables. Los champiñones aportan vitaminas B y antioxidantes, los morrones vitamina A y C, las cebollas tienen propiedades prebióticas que combaten bacterias, y el queso ofrece calcio y proteínas.
– Con atún y vegetales: atún, espárragos frescos, tomates, espinacas, queso mozzarella bajo en grasa, aceitunas negras. En líneas generales, el atún aporta proteínas y ácidos grasos omega-3, los espárragos y las espinacas brindan fibra, vitaminas y minerales, los tomates proporcionan licopeno, un potente antioxidante, y la mozzarella magra contribuye con calcio y proteínas.
– Con pollo y brócoli: pechuga de pollo a la parrilla desmenuzada, brócoli al vapor y ricota magra. En líneas generales, la pechuga de pollo es fuente de proteínas magras, el brócoli aporta vitaminas y fibra, y la ricota aporta calcio y proteínas.
– Con peras y nueces: rodajas finas de pera, ricota magra y nueces. En líneas generales, las peras aportan fibra y vitaminas, la ricota ofrece calcio y proteínas, y las nueces suman ácidos grasos omega-3.
– Con berenjenas: rodajas finas de berenjenas asadas, tomate cherry, albahaca y mozzarella magra. En líneas generales, las berenjenas aportan fibra y antioxidantes, el tomate cherry proporciona licopeno, y la mozzarella agrega calcio y proteínas.
Con el asesoramiento de la Lic. Patricia Mariela Chavez, conocé más en:
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Facebook: DIM Centros de Salud
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