Moda y la era digital

Moda y la era digital. Desde las primeras vidrieras “digitales” presentadas por Karl Lagerfeld a principios de la década de 2010’s para Chanel, a una industria de la moda digitalizada casi por completo. NFT, metaverso, realidad virtual; un espacio que se abre y exige a las marcas mantenerse actualizadas.

Moda y la era digital

¿Qué está pasando en la industria de la moda? 

Empecemos por el principio, puede resultar agotador leer una frase más que comience hablando sobre la pandemia en 2020 pero sí, fue un factor clave para dar impulso a la digitalización en moda. Las grandes tiendas eran reconocidas por sus grandes despliegues en sus desfiles de presentación de temporada, sin embargo, al no poder hacerlos se vieron obligadas a reinventar su forma de mostrar las nuevas tendencias. 

Comenzaron las propuestas de desfiles virtuales en las que algunas firmas fueron más ingeniosas que otras, en cuanto le tomaron el gustito quisieron dar un paso más y así comenzaron a digitalizarse. 

Balenciaga fue pionera en fusionarse con videojuegos, supo identificar dónde estaban sus consumidores y el mundo gamer fue el lugar. Junto a Fornite mostró su nueva colección y creó colaboraciones con sus personajes. Poco a poco más marcas decidieron que ese era un lugar al que querían pertenecer. 

Ahora bien, los NFT revolucionaron el mercado. Los token no fungibles permiten que los usuarios puedan intercambiar, comprar o vender piezas reales digitales. La variedad de rubros es diversa, pueden ser obras de arte o bienes raíces. La moda no se quedó atrás y se sumerge en este universo, pero… ¿Es para cualquiera? 

Las marcas que poseen sus “tiendas” en realidades virtuales o comercializan productos en forma de NFT son las grandes casas de lujo como Dolce Gabbana, Yves Saint Laurent, Prada, Louis Vuitton, Gucci, entre otras. Por lo que poseer un NFT de una de estas firmas es un símbolo claro de exclusividad para quien los tiene y una gran oportunidad para las marcas que pueden crear piezas valiosas de poca producción y únicas de lujo.

Las prendas digitales pueden comprarse y vestirse. Se han creado marcas exclusivamente digitales con  el propósito de democratizar la moda. Sus ideales se comprenden desde el “uso y desecho” de las prendas reales, del comprar ropa en grandes cantidades, utilizarlas unas pocas veces, mostrarlas en redes sociales y desecharlas. Su propuesta es que si la prenda tiene un uso más importante en redes que por su valor funcional, mejor que sean digitales y se haga menos daño al medioambiente. Lo interesante es que estas se colocan sobre una imagen de la persona que las adquiere y se amoldan perfectamente al cuerpo y a las posibles condiciones ambientales como el imitar el movimiento que le daría el viento.

Moda y la era digital

El acceso de los usuarios a la moda digital puede lograrse de diferentes formas, con más o menos lujo, de uso “diario” o como un bien preciado. También de espectador en presentaciones de desfiles, propuestas de videojuegos o filtros que permiten previsualizar cómo luciría una prenda o accesorio a modo de probador. 

Las marcas de lujo, en quienes confiamos la bajada de tendencias y admiramos como ejemplos, están continuamente buscando nuevos espacios y formas de reinventarse para mantenerse bien posicionadas en el mercado, además de que continuemos admirándolas.  ¿Será el universo digital este nuevo espacio en el que quieran quedarse? 

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