En el teatro, uno es dueño del espacio

La talentosa actriz de teatro, televisión y cine analiza el impacto que tiene la obra “Tarascones” (Jueves a lunes a las 20.30hs en el Teatro Picadero) en el público porteño. Vecina histórica de San Fernando, confiesa que ama la vida hogareña, pasar el tiempo con su familia y amigos compartiendo comidas y disfrutando del ocio. En esta nota, su relación con sus hijos, su comodidad en el teatro y su apreciación sobre la actualidad del mercado de la actuación en Argentina.

En el teatro, uno es dueño del espacio

San Fernando, un lugar en el mundo
Paola es oriunda de San Fernando y enuncia orgullosamente que ahora vive en esa ciudad. Resulta que a los 20 años había decidido ir a vivir a Capital más que nada “por el teatro” pero cuando nació su hija menor volvió a San Fernando y eligió una casa con espacio verde muy cerca de donde viven sus padres. Contó que sus padres se conocieron en el Club Hispano en Tigre –del cual fueron socios muchos años-, y tiene el recuerdo fresco de ser chica y tener el hábito de salir a remar en los botes de madera y tener como plan de los fines de semana sólo “salir a remar”. Su familia está muy presente en lo cotidiano, con un funcionamiento del “de antes” con familiares cerca y un apoyo importante. Se autoproclama casera, y dice que su mejor plan es preparar algo en la parrillita en su casa y no salir a comer afuera. Su plan siempre fue tener una casa que fuese un lugar estratégico para el disfrute y los planes con amigos. En lo relativo al ocio le gusta cocinar, coser, tejer, básicamente hacer cosas con las manos. Si bien durante mucho tiempo usaba solamente ropa que ella tejía, ahora experimenta con su hija, que viste diseños propios y únicos, inclusive con errores y variación de colores en la lana. Una cualidad hogareña muy divertida.

Comienzos entre la danza y el teatro
Barrientos argumenta que de chica decidió abruptamente comenzar haciendo danza. Por decisión propia le dijo a su mamá que quería estudiar ballet y “fanáticamente” empezó. No fue ni obligada por sus padres ni porque había otros nenes para vincularse, sino porque “quería ser”. Imitaba a su profesora en los movimientos con los vicios de las bailarinas, llevaba rodete con orgullo, y sentía que era lo suyo. Después en el secundario quiso probar en un taller de teatro y ahí se quedó, con la creación teatral; aunque la danza siguió siendo parte de sus días, pero siempre enfocada en su carrera en el teatro. De algún modo la danza y los ejercicios de estiramiento resultan para el teatro por cuidar el cuerpo como instrumento de trabajo y desde donde “le sale” actuar.

En el teatro, uno es dueño del espacioSu lugar en el teatro
Para Barrientos en el teatro “uno es dueño del espacio” y eso te invita a la exploración porque al ser dueño de un espacio, sea cual sea, se crea sobre la marcha. Recuerda que cuando tenía 20 años se juntaba con sus compañeros de teatro generalmente en un living de una casa y creaban sobre ese espacio. La apropiación se daba donde hubiese lugar. Una de las características de su modo de percibir el trabajo es en la relación con los otros. Siente que necesita trabajar con otros y que lo disfruta mucho. Además en escena “no le termina de resultar” el trabajo solitario de un unipersonal. Su disfrute pasa por el trabajo colectivo.

El período de adaptación en TV
En su carrera la televisión apareció después del teatro y su momento de formación. Confiesa que no fue un lugar de deseo previo, sino que las oportunidades surgieron a partir de sus papeles en las obras en las cuales participó. Si bien no tenía una idea negativa en relación a la actuación en televisión, tampoco sentía que era un lugar que le causara deseo o intriga. Las primeras experiencias le resultaron un poco frustrantes porque para hacer una participación se imaginaba situaciones, ponía intenciones, y se iba dando cuenta que “no había lugar para eso”. Ese deseo de creación no se concretaba en las participaciones que aparecían y se sentía mal. Pero de a poco se fue adaptando. Las experiencias que cambiaron su parecer fueron aquellas donde se pudo apropiar de un personaje con continuidad, y darle una forma personal o “hacerlo suyo”. La forma de acomodarse fue esa. Primero tenía la presión de que otros no tuviesen que repetir escenas por su corta intervención. Su papel de Vicky en “Graduados” por Telefé resultó su consagración en ese camino de frustraciones. Ella siente que creó un personaje que pudo disfrutar y que se generó un espacio en el que pudo darle su forma al personaje y por tanto “pudo crear”.

Siguen los tarascones…
Después de cumplir su ciclo en el Teatro Cervantes, en el cual bajo su órbita se presentaron en temporada en Buenos Aires y luego de gira en el país, decidieron que había que continuar. Sentían como grupo que les daba pena terminarlo así. Si bien la política de los teatros oficiales es producir diferentes espectáculos y no pueden retrasarse debido al éxito de una obra (un criterio que Paola comparte y que los diferencia del teatro comercial), el grupo de artistas de ‘Tarascones’ decidió hacerla por afuera del Cervantes, aunque en convenio con el teatro. Querían hacer una cooperativa porque sentían que tenían transitado el material y surgían muchas ideas sobre eso para trabajar. Pensaban que con una producción tenían que entregar cuestiones estéticas y organizacionales que no querían ceder. Básicamente querían jugar y eligieron que la escala adecuada de ‘Tarascones’ tenía que ser en el Teatro El Picadero. La cooperativa pidió hacer un día con precios populares (actualmente es los lunes, y la entrada cuesta casi la mitad). Para este 2018 Paola tiene como meta sostener la obra y, paralelamente, ir abriendo proyectos nuevos a partir de este éxito.

En el teatro, uno es dueño del espacioReconocimiento de rutinas de actuación
Cuando comienza el proceso de ensayo de una nueva obra Paola entra en una secuencia en la cual hace cosas pero lo nota una vez que lo está haciendo. Se empezó a dar cuenta con sus hijos -de 9 y 4 años- que le decían: “¿Qué hacés mamá? ¿Por qué hablás sola?” Ahí descubrió con ellos que se encuentra hablando o haciendo personajes en momentos creativos, en medio de cualquier situación. No es algo consciente, simplemente se encuentra absorbida todo el tiempo con eso y sus hijos le hicieron notar ese mecanismo creativo antes escondido. Es muy común que lo haga en el auto o yendo por la calle “probando un algo” y la extrañeza de sus hijos y el entorno se lo hagan notar. Aunque no es cabulera, en la obra siente que las funciones no serían posibles sin los zapatos ni las uñas postizas que utiliza, que dicho sea de paso son de una enorme inutilidad y argumenta que es lo último que se pone antes de salir a escena.

“Tarascones”, una obra ¿actual?
La charla planteó algunos ejemplos de cómo la obra y su temática (ver cuadro) se cuela en discusiones de la sociedad. Y Paola cuenta como la noticia del conflicto entre el Ministro Triaca y su empleada doméstica en Twitter tenía muchos comentarios que decían es “muy tarascones”. Eso es algo inusual que está pasando con esta obra. Ella no cree que la temática de la obra sea solo actual, sino que evidencia un contenido histórico de conflicto de clases sociales. Para ella existe un discurso que parecía estar guardado bajo la alfombra y que ahora se puede explicitar y decir algunas barbaridades que antes no. “Algunos pensábamos que ya no estaban esos pensamientos retrógrados, pero están”, asegura.

En la obra Paola es una de las cuatro señoras que te invitan a ver su intimidad en la casa de una de ellas, y te hacen pensar “en algo” que puede derivarte a reconocer parecidos con “alguna tía, una abuela o alguna diva de nuestra televisión”. Con risas, Paola insiste en que “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. La obra tiene varias capas de lecturas. Algunos pueden quedarse con la lectura de la comedia y cuatro señoras bizarras. Otros pueden reírse y ver el drama, e irse con un sabor un poco más amargo. Se puede ver la paja en el ojo ajeno. Otros pueden sentirse identificados y decir: “yo esto lo pensé”. El arte tiene distintas capas de lecturas y de compromiso con el material que están viendo.
Nos contaba que unas señoras salían del Cervantes y decían: “Si, son muy graciosas pero no se entiende de qué se trata la obra. O sea, negación total. Espejito rebotín (risas)”.
La obra tiene una teatralidad muy subida de tono. Hay algo en la actuación y en el decir del verso –la obra está magníficamente sostenida con texto en verso- que permite que se entre en una teatralidad en la cual “te sumergís y te entregás” al delirio de estas mujeres. Delirio y brutalidad.

Por Marcos Mutuverría
Agradecemos a Alejandra López, Teatro El Picadero y la producción de “Tarascones” por las fotos.

“Tarascones” fue escrita Gonzalo Demaría y la dirige Ciro Zorzoli. El elenco lo integran Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampin que componen a Zulma, Martita y Estela quienes se reúnen como tantas tardes en casa de Raquel para compartir un té con masas, y de paso charlar y jugar a la canasta. Pero hoy un suceso inesperado cambiará su ritual para siempre. Un crimen transformará el living de Raquel en la hoguera en donde habrán de ejecutar a la hechicera culpable. Una comedia negra con trasfondo de policial dislocado. A lo que se suma una particularidad: la de estar hablada en verso, que en palabras del autor surgió de “…la necesidad de elevar a ese living y esas señoras a las categorías de la épica y el disparate”. Actualmente de jueves a lunes a las 20.30hs en El Picadero.

“Hay menos laburo. En teatro, en cine y en tele. Cuando vemos una tira o dos por canal es que hay menos trabajo para actores, técnicos. En teatro hay muchas obras por una necesidad de actuar y eso a veces se hace sin importar las condiciones. Hay un teatro a la gorra que está volviendo”.

“Tengo cierta resistencia a lo que sucede en las redes sociales. Poder decirse cualquier barbaridad amparado en la letra escrita no me va, muy cobarde. Eso me aleja. No tengo una buena relación con la tecnología”.

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