Carlos Barbosa, vecino de Portezuelo, no envió la siguiente carta de lectores respecto al proyecto futuro de apertura de la avenida principal de Nordelta y al desarrollo del centro cívico:
«El pasado miércoles se ha realizado una reunión convocada por AVN para informar acerca del proyecto de desarrollo del CENTRO CÍVICO, que incluye la apertura de la avenida Troncal. Como era de esperar, la propuesta de apertura de la misma ha contado con la casi unánime oposición de quienes estábamos presentes allí. Como resulta obvio, el principal motivo -aunque no el único- es el relacionado con la inquietante cuestión de la seguridad.
Los desarrolladores han contratado a un estudio internacional de indudable prestigio para que asesore en el desarrollo, y ha sido su representante quien llevó la voz cantante de la reunión. Es comprensible que una empresa dinamarquesa, con un representante residente en Escocia, no esté en condiciones de comprender la notable diferencia que hay entre los países del primer mundo donde vive y ha desarrollado sus proyectos y la Argentina. Probablemente haya pensado que las objeciones que efectuábamos eran exageraciones de «opositores recalcitrantes». En ese sentido, creo que hubiese sido oportuno contratar a un desarrollador de San Pablo o de México DF, al que con seguridad ni se le hubiese pasado por la cabeza semejante medida de desprotección de los vecinos.
Entiendo perfectamente la apetencia de la desarrolladora por maximizar sus utilidades (lo cual es perfectamente legítimo) pero no me parece comercialmente razonable que lo haga a costa del descuido de la seguridad (y del bolsillo) de quienes son y han sido sus clientes. Desde un punto de vista de Marketing, me permito sugerirles revisen la idea, pues el desprestigio que esto les traerá como empresa en el corto plazo, incidirá decididamente en su rentabilidad a largo como consecuencia de la pérdida de confiabilidad en la empresa desarrolladora.
Desde un punto de vista positivo, creo que es importante reconocer la existencia de un conflicto de intereses entre los propietarios y la desarrolladora, para lo que es conveniente establecer estrategias win-win que permitan el máximo de beneficio (o el mínimo de pérdidas) para ambas partes. En ese sentido quiero introducir una propuesta que facilite el libre acceso al nuevo Centro Cívico de manera abierta a toda la comunidad, permitiendo así que el desarrollador incremente el valor de reventa de su emprendimiento, pero al mismo tiempo afectando mínimamente las condiciones de seguridad y de habitabilidad por las que los propietarios han decidido pagar, en su momento, un plus de precio versus otras alternativas que ofrecía el mercado.
La propuesta consiste en liberar el acceso hacia el nuevo Centro Cívico, pero mantener el doble anillo de seguridad con el traslado del puesto de control de la entrada del acceso Bancalari, hasta algún punto anterior al puente Bayley que atraviesa el arroyo Las Tunas. Deberá agregarse otro puesto de control sobre la Avenida que circunda el Lago Central después de haber pasado el área del centro cívico. Una medida como la propuesta implica agregar un nuevo puesto de control, pero su costo se compensaría con creces en comparación con el incremento del costo de seguridad, de mantenimiento de infraestructura vial y considerando también el costo no monetario de la polución de tránsito que ello traería en particular en horas pico, y en fines de semana. Creo importante recordar que esta alternativa no implica afectar en modo alguno a vecinos extra-Nordelta que deseen ir al Centro Cívico: para los que vienen del acceso Bancalari es indiferente, y para los que vienen de Benavídez o Villanueva el acceso por el Camino El Claro les resulta más corto.
Los vecinos del Corredor Bancalari deberán recorrer (como lo hacen hoy) unos 3 km más para acceder al actual centro comercial por ese camino que si circulasen por la Av. de los Lagos.
Tengo muchos más argumentos en favor de esta idea, pero en honor a la extensión me propongo hacerlo en posteriores comentarios».
Está clarísimo que a Nordelta y AVN no le importan los que viven hace tiempo en Nordelta, solo piensan en como sacar mas dinero del famoso centro cívico y contratan un estudio de Dinamarca donde en el 2012 según las estadísticas de las Naciones Unidas hubo solo 47 homicidios en todo el país, si 47 NADA MAS, acá hay 47 por semana! Es obvio que ellos no van a entender nada en cuanto a seguridad y por mas que hagan el esfuerzo no van a poder entender lo que es vivir en la Argentina, los que decidieron vivir en Nordelta tomaron la decision de vivir de esa manera, ni la desarrollada ni el estudio tienen el derecho de decirnos como debemos y donde debemos vivir, es la seguridad de nuestras familias la que está en juego (no solo en cuanto a robos y secuestros sino también en accidentes de transito ya que ni la Avenida de los Lagos ni la calle Sarmiento esta preparada para estar abierta y tener un gran flujo de vehículos), vivir en Nordelta se convertirá en un caos total, sin tranquilidad, con ruidos molestos, los fines de semana estará como el camino de los remeros haciendo picnic y tirándose al lago. ES HORA DE QUE LOS QUE VIVIMOS EN NORDELTA HAGAMOS ALGO EN SERIO PORQUE PARECE QUE DENTRO DE POCO SERA MUY TARDE!