Sobre los carpinchos en Nordelta y el periodismo
Por: Mercedes Cordeyro
Pasó menos de un mes desde que publicamos en redes sociales las imágenes de los carpinchos en Nordelta que generan tanta controversia. El tema escaló a nivel internacional y hasta los medios de renombre en el ámbito de la fauna y flora se hicieron eco de esta información.
Es que cuando una información se vuelve tendencia en redes sociales no hay quien la pare y se genera un enorme volumen de contenido frito y refrito en torno al mismo tema para poder escalar la gloriosa escalera de posicionamiento en Google el gran dios actual SEO que rige todo lo que leemos.
Si todo lo que leemos, mucho está mal escrito, reiterado, y vacío muchas veces de datos concretos. Porque lo que importa es mencionar mucho el tema, estar vigente y generar controversia que logre que quien publica obtenga más interacción, más visibilidad. Eso sí, más veracidad, profundidad y contenido real…NOooooo, eso ya quedó en el olvido.
Por eso, y a pesar de haber sido quienes difundimos por primera vez esta información, no quise seguir haciéndome eco de de tanta palabra vacía, de tanto amarillismo que surgió en torno al tema.
El peor problema de Nordelta no es ahora qué hacer con los Carpinchos sino con la información que se amplifica sobre el tema. Y no es la primera vez que le pasa esto a Nordelta, el mate, las empleadas domésticas, el colectivo… fueron algunos de los temas que hicieron eco hasta el hartazgo.
Una vez más estas cosas suceden por la falta de prevención, de análisis y de anticipación frente a los grandes cambios que implementan desde la empresa Nordelta y desde la Asociación Vecinal Nordelta (AVN) quien debería estar siempre un paso adelante frente a las decisiones que se toman.
Una vez más me deprime la labor periodística y el errático mundo de contenidos en el que estamos viviendo.
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