Reclamos por la inseguridad en Acceso Bancalari

Reclamos por la inseguridad en Acceso Bancalari

El asesinato de un hombre en la entrada del barrio La Comarca disparó una fuerte discusión sobre la seguridad en el Acceso Bancalari. Hasta ahora la mayoría de los reclamos eran por piedrazos a los autos en movimiento. Pero el caso del pasado 21 de julio, con el disparo que mató a un empleado de correo, cambió radicalmente el debate. Hubo reuniones de vecinos, planteos a las  autoridades municipales y provinciales, quejas contra la justicia y puja sobre quién debe reforzar la seguridad.

El hecho desencadenante sucedió el martes 21del mes último. El chofer de una camioneta de la empresa postal privada Correo Urbano fue asesinado de un balazo de pistola calibre 22 en la entrada de La Comarca. Fue en un intento de robo por parte de dos hombres que huyeron hacia Las Tunas y fueron detenidos poco después: los policías los reconocieron en las imágenes de las cámaras de seguridad.

El tema, como es lógico, estalló de inmediato en las redes sociales y los foros barriales. Ese mismo día empezó a circular el audio del dramático relato de una vecina de La Comarca contando que el ataque iba dirigido a su marido, que acababa de llevar a su hijo a la casa de un amiguito; pero que él aceleró, se escapó, y los ladrones dispararon a quien venía atrás. Comenzaron las preguntas, las dudas, la búsqueda de información.

En concreto, y según se pudo reconstruir a medida que pasaban las horas, el ataque fue poco después de las 12 de ese martes. Un hombre dio testimonio ante la Policía de que lo habían atacado a él primero en la curva del ingreso desde Acceso Bancalari al barrio, pero que pudo huir. Era el esposo de la mujer cuyo testimonio más tarde impactaría tanto a través de las redes sociales. “Los ladrones aprovechaban un tramo del camino de acceso en el que hay un bajo nivel y una curva. Así sorprendían a las víctimas”, informaron fuentes policiales.

En esa curva los ladrones atacaron a la camioneta Fiat Fiorino de Correo Urbano. Uno de los asaltantes se paró delante del vehículo y amenazó con un arma. Como el conductor no se detuvo, el ladrón se colgó de la ventanilla y disparó un tiro. La bala le entró al chofer por el axila izquierda, y se alojó en el pecho. El hombre siguió conduciendo hasta la entrada de La Comarca. Al llegar allí se bajó y gritó: “Me dieron un tiro”. Pero aunque los vigiladores llamaron de inmediato a una ambulancia, cuando ésta llegó, ya estaba muerto.

El fallecido era un hombre de 53 años, padre de cuatro hijos, quien hacía poco había comenzado a trabajar en la compañía postal y que el sábado siguiente iba a festejar el cumpleaños de 15 de uno de sus hijos.

El atacante salió corriendo sin robar nada, y se subió a una bicicleta, con la que escapó junto a un cómplice hacia el barrio Las Tunas. Las cámaras de seguridad del lugar tomaron múltiples imágenes de ambos.

«Con esas imágenes, la policia reconoció de inmediato al atacante, lo conocían, sabían su nombre», señaló el intendente Julio Zamora a Gallaretas.

Al atacante lo habían detenido en las últimas semanas una vez por drogas, otra por manejar una moto con pedido de captura por robo, otra por conducir un auto también robado. «En las tres ocasiones el fiscal de la UFI Tigre Marcelo Lloret lo sacó de inmediato», añadió el intendente Zamora.

El martes 21, por la feria judicial, quien actuó fue el fiscal subrogante, Diego Molina Pico, quien ordenó un allanamiento esa misma tarde en Las Tunas y allí policías de la Jefatura Distrital Tigre detuvieron a los atacantes, dos hermanos de 20 y 23 años. Las huellas digitales del que había hecho el disparo habían quedado marcadas en la camioneta Fiorino y fueron cruciales para ratificar la identificación.

«En cuestión de semanas lo habían detenido tres veces y el fiscal Lloret, lo soltó otras tantas veces», insistió Zamora. «Las tres veces entró por una puerta y salió por la otra. Este hombre podría haber estado preso –agregó el Intendente-. El trabajo de prevención es insuficiente si no hay administración de la justicia y si no hay leyes que encierren a los delincuentes. Queremos leyes duras para los delincuentes. Sin administración de la justicia y sin leyes acordes va a seguir habiendo inseguridad».

Mas allá del debate jurídico y político, el caso quedaba así resuelto desde el punto de vista policial. Pero comenzaba entonces otra discusión, la de la seguridad en el Acceso Bancalari. Y quién debe hacerse cargo del tema.

Días antes del ataque en La Comarca, una vecina de la zona había contado, en una carta a TN y la Gente, sobre un ataque con piedras a un micro escolar en el Acceso. Candelaria Reid aseguró allí que el jueves 16 de julio un colectivo con más de treinta chicos de 14 años a bordo fue víctima de los piedrazos que suelen repetirse en la zona del puente ferroviario cercano al Pacheco Golf. “¿Los detuvo que fueran menores? No, ya nada les importa. Tirar piedras sólo para destruir, tirar piedras a menores de edad. Que alguien me explique, ¿cómo llegamos acá?”, planteó la vecina. “Paradójicamente, este evento ocurrió al lado de una publicidad de Scioli que dice ‘La policía local se prepara para cuidarte también en zona norte’. ¿Quién se siente cuidado? ¿Quién se siente seguro?”, añadió la mujer.

Dentro del mismo mensaje, la vecina reprodujo un mail que había circulado en esos días por las redes sociales, en la zona, y donde se contaba de la tentativa de robo que sufrieron varios vehículos, incluyendo disparos de los delincuentes, todos a principios de julio. Se menciona que dos ocupantes de una moto asaltaron a una mujer que circulaba en auto, luego de haber atacado a una empleada en la senda peatonal entre el puente de la ruta 197 y Santa Bárbara; y se hacía referencia también al robo a un remisero que se encontraba detenido cerca del ingreso al barrio El Encuentro. Asimismo el listado incluye el robo a mano armada de una moto en la YPF de Nordelta y, otra vez, los piedrazos a los vehículos que pasan por el puente del arroyo Basualdo.

¿De quién es la responsabilidad de la seguridad en el Acceso?, pasó a ser la pregunta del momento. Hay seguridad privada, que paga el Consorcio que administra el Acceso, con aportes de casi todos los barrios de la zona. También están el COT, que es la fuerza policial local, y la policía provincial.

Los vecinos reclaman que todas las partes refuercen su trabajo. «Pero la Provincia ha reducido la cantidad de efectivos que hay en el distrito», se queja Zamora. «El COT debería tener más presencia”, retrucan en los barrios.

Como respuesta a la inquietud de los vecinos, la Asociación Vecinal Nordelta (AVN) emitió un comunicado haciendo un resumen de los hechos. Y agregando que “a fin de dotar de mayor seguridad y tranquilidad a los vecinos de La Comarca y de todos aquellos que transitan por ese sector del Corredor Bancalari, se reforzó el acceso al túnel que comunica con el barrio con un móvil de Servicio de Policía Adicional”.

También la administración de Santa Bárbara emitió un comunicado intentando llevar tranquilidad a los vecinos del barrio. Luego de resumir los hechos, señalaron que «la inseguridad sobre el Corredor Bancalari – Benavidez es un tema prioritario en la agenda de todos. Nuestra Gerencia de Seguridad viene trabajando sobre propuestas y presentaciones a los demás barrios coexistentes del Corredor; sin embargo, la política resulta deficitaria. Este dramático hecho, sumados la inmensa cantidad de eventos delictivos que vienen creciendo sobre el Corredor, indican claramente que es necesario tomar un giro en las decisiones».

La administración de Santa Bárbara expuso en ese mismo comunicado un “esquema propuesto a la Municipalidad y elaborado en conjunto con todos los gerentes de seguridad de los barrios que componen el corredor Bancalari – Benavidez”, con distintas propuestas y opciones de medidas a tomar. Las ennumeraron: Formar una figura jurídica para asumir compromisos, contratar, administrar, pagar y gerenciar. Responsabilizar a la Municipalidad por intermedio del COT y la Policía de la Provincia de la seguridad del corredor. Responsabilizar directamente al COT de la seguridad del corredor. Contratar una empresa de seguridad mediante licitación pública, para cubrir los puestos fijos. Modificar algunos puestos fijos de seguridad sobre el corredor. Incluir más móviles afectados exclusivamente a la seguridad del corredor. Incluir policía adicional en todos los móviles. Dotar de medios de comunicación modernos a los móviles y a los puestos fijos. Dotar de GPS a los móviles para su control. Participar en el control del sistema de seguridad. Dotar de Manuales de Procedimiento a la empresa contratada y a los móviles. Colocar alambradas de malla cima sobre el corredor entre las vías y el camino. Iluminar más algunos lugares. Colocar más cámaras HD sobre el corredor y en los perímetros externos de los barrios. Construir garitas de material, elevadas con respecto al terreno. Limpiar de arboledas y cañaverales el corredor. Limpiar de carteles el corredor. Colocar señalización vial de carretera. Señalizar las alturas del corredor con la numeración de altura que les corresponde.

Esas propuestas son, en muchos casos complementarias. En otros, debe optarse por alguna. El debate sobre cuál adoptar queda abierto. Santa Bárbara, sin embargo, hoy no está haciendo aportes para la seguridad privada del Acceso, según pudo confirmar Gallaretas de distintas fuentes. «Hace muchos años sólo Nordelta contribuía a la seguridad del corredor, parte bancada por Nordelta SA y parte por AVN -contó uno de los directores barriales de la Ciudad Pueblo que más conoce el tema-. Luego de interminables reuniones con Comisiones de los barrios del Corredor (en su momento sólo Santa Bárbara, Laguna del Sol y Pacheco Golf, logramos que aportaran a la misma. Después se fueron integrando otros jugadores: los Talares, la Comarca, etc., siempre en proporción a la cantidad de propiedades de cada uno. Pero hace casi dos años que Santa Bárbara no aporta un peso a la misma, sabiendo que el resto de los aportantes no se bajarán del sistema».

Pero no es el único reclamo pendiente, claro. «El administrador del Consorcio Bancalari quiso reparar las alambradas del Acceso Bancalari y le llegó una intimación para dejar de hacer esa tarea, ya que son terrenos del ferrocarril», contó un director barrial de Nordelta.

En tanto, desde principios de julio, un grupo de vecinos de la zona había comenzado a reclamar ante la Municipalidad por el tema de la seguridad en el Acceso Bancalari. Un mes antes del asesinato del conductor del correo hubo una reunión en la Delegación Municipal, encabezada por el delegado Miguel Angel Escalante, y con directivos del COT. Luego otras, ya con los hombres de esa fuerza policial municipal. Allí es donde se comenzó a debatir el listado de propuestas a que se referían en la administración de Santa Bárbara.

En esa línea, hubo un encuentro el mismo día en que mataron al hombre en La Comarca. «Ese mismo martes hubo una reunión en la Delegación Municipal donde se trató el tema de la seguridad en el Acceso -contó a Gallaretas el director de un barrio nordelteño-. Eramos varios vecinos y directivos de Nordelta, además de directivos del COT. Y nos dijeron que estaba todo controlado y la situación tranquila. Mientras, en el mismo momento, se estaba matando a esa persona en La Comarca». La discusión estaba en ese entonces en que los representantes del Corredor reclamaban al Municipio que nombre un solo representante para todos los temas de su agenda, que no tengan que estar recorriendo distintos delegados por cada asunto a tratar.

En tanto, en términos policiales, hoy aseguran que la mayor parte de los desmanes quedó “bajo control” luego de la detención de quien disparó al empleado del correo. “El era el principal factor de inseguridad”, dijeron fuentes oficiales. “Era el que andaba en las motos robadas, el que andaba merodeando”, añadieron. Pero para los vecinos, el caso aún no está cerrado. Buscan difundir su protesta. Así, el viernes 24 al mediodía, un grupo de unas 50 personas se reunió con un periodista del diario La Nación en la estación de servicio YPF en el propio Acceso Bancalari. Buscaban hacer oir con más fueza su preocupación. La mayoría eran vecinos de La Comarca, pero también de otros barrios. También hubo funcionarios municipales, como el delegado Escalante.

“Todo fue muy ordenado y tranquilo, la gente contó lo que había pasado en La Comarca y, mirando hacia adelante, plantearon su preocupación por los piedrazos, que son el problema más constante”, coincidieron dos de las personas presentes. El reclamo continúa. Aún se esperan las medidas que den más seguridad.

Marcelo Canton

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