Mejorar la calidad de vida como misión diaria

Mejorar la calidad de vida como misión diariaEl área de Desarrollo Institucional de la Fundación Nordelta es un espacio abierto a la comunidad donde se busca reforzar y ahondar los vínculos con todas las familias, individuos, empresas y entidades que quieren comprometerse con la realidad y colaborar con la misión de transformar la comunidad del barrio Las Tunas a través de un mejoramiento de su calidad de vida.
Con el objetivo de hacer sustentable la organización, desde el área de Desarrollo de Fondos se trabaja para diversificar las fuentes de financiamiento, apuntando a fidelizar colaboraciones y aportes de empresas, vecinos y entidades públicas.
Para lograrlo, es fundamental el trabajo de las delegadas voluntarias en cada uno de los barrios, ya que constituyen una pieza clave e importante para comunicar y estar más cerca de todos los vecinos.
“Hace un año y medio llegué a vivir a la zona y entre muchos temas que me puse a investigar para conocer, estuvo desde el primer día la Fundación Nordelta. Así fue que tras leer sobre su historia, misión y función, quise acercarme para ser parte, aunque no sabía bien cómo y temía no encontrar un lugar”, recuerda Margarita L. Bagatini, vecina del barrio El Encuentro. “A través de cualquiera de los programas que desarrolla la fundación (Salud, Educación, Empleo y Capacitación y Desarrollo Comunitario), es posible acercarse y colaborar de diferentes maneras.
En mi caso en particular, desde el comienzo estaba muy complicada y desorganizada personalmente, casi no tenía tiempo, pero quería ayudar. Y lo hago a través de la colaboración mediante la difusión de las campañas que realizan, reparado juguetes, recibiendo donaciones de los vecinos que me tienen de referente en el barrio y representante de la fundación, o en una de las actividades que más satisfacción brinda a todos quienes participan, la “Navidad Compartida”, asegura Margarita, quien empezó como delegada de Portezuelo mientras construía su casa en El Encuentro.

Mejorar la calidad de vida como misión diaria

En los distintos barrios, las delegadas representan a la Fundación Nordelta ante los vecinos y directores de cada uno de ellos, actuando como una especie de puente y facilitando la comunicación y la cercanía con la comunidad.
Sus actividades se coordinan con el Área de Voluntariado, compartiendo un espacio de participación y consulta en la definición de las actividades y encuentros de voluntarios. “Hace más de 10 años que vivo en Nordelta, al principio conocía a la fundación y participaba de todas las actividades y eventos organizaban, pero desde mi lugar como vecina, puesto que en ese momento mi hija más grande era un bebé y la actividad de mi marido nos mantenía viajando la mayor parte del tiempo. Pero las ganas de ser parte de la fundación crecían en mi año a año, llegó el momento en que el la escolarización de Guada me permitió tener un tiempo libre y enseguida me contacte con la fundación”, cuenta Fernanda Orsanic, quien actualmente forma parte del Área de Empleo. “Ser delegada de mi barrio es algo que llegó hace 4 años y lo hacemos junto con Cruz Ibarra. Es importante que seamos muchas ya que todas tenemos habilidades deferentes que complementamos unas con las otras.
Trabajar con alegría para otros y sabiendo que buscamos algo tan lindo como es el bienestar y la superación de nuestros vecinos de Las Tunas, es algo que me agranda el corazón y me llena de amor para seguir dando”, concluye.

Todas las delegadas son voceras, y serlo implica transmitir la filosofía, las acciones y los programas de la Fundación a los vecinos de todos los barrios. Para sumarse como voluntario, escribir a sgvenzano@fundacionnordelta.org

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