Por qué no se respetan las normas y cómo actuar es esos casos

vial-1Como es sabido, el crecimiento del parque automotor y el desarrollo de infraestructura vial no llevan el mismo ritmo, sumado esto al crecimiento demográfico de la zona, dan por resultado un tránsito cada vez más caótico. Como condimento extra, tenemos nuestro atraso cultural en materia de conducta y responsabilidad vial.

A saber: NO respetamos la prioridad de paso del que está ya adentro de la rotonda; el cartel de CEDA EL PASO no es una sugerencia, es una norma que debe ser cumplida para darle previsibilidad a la circulación, seguridad en consecuencia de la previsibilidad y fluidez a ese sistema de rotonda. A su vez, tenemos baja aceptación de las medidas de control y sanción:

  • Control de VTV: es indispensable y como en toda ciudad del mundo, se controla anualmente el estado del parque automotor de cierta edad, para garantizar un estándar de seguridad. Quien no tenga este control al día, pone en peligro la seguridad propia y ajena.
  • Control de velocidad: nos enojamos con los radares, estos reflejan una conducta propia, no es el radar el responsable de nuestro accionar, sino simplemente el mensajero. Si la velocidad de circulación esta señalizada correctamente, entonces somos nosotros quienes debemos adaptarnos a la indicación.
  • Velocidades mínimas y máximas: el respeto de las mismas tiene consecuencia directa sobre la siniestralidad y tasa de muerte que lastimosamente ostentamos.
  • Tránsito responsable y solidario: pensando y actuando de buena fe, respetando la prioridad peatonal, la señalización y contemplando el error ajeno como exactamente eso, uno error y no una cuestión personal.
  • Uso del celular: es común hablar manejando, si bien es debate en todo el mundo, la mayoría de los autos traen sistemas manos libres, pero enviar mensajes de texto y variantes, es extremadamente peligroso ya que si o si nos obliga a sacar la vista de la calle y dependiendo de la velocidad de circulación son muchos los metros recorridos a ciegas.

¿Cuál es el rol del Estado? Facilitar lo mencionado anteriormente, con infraestructura adecuada, donde la señalización sea eficaz y bien mantenida: rotondas de buen diseño, velocidades máximas y mínimas que tengan que ver con el entorno y el riesgo emergente, controles eficaces, preventivos y de concientización, régimen de sanciones transparente pero inflexible, y traza asfáltica bien mantenida (ya que muchos accidentes son consecuencia de una rotura mecánica a raíz de un pozo o por el intento de esquivar el mismo).

¿Y desde lo privado? Dentro de las urbanizaciones privadas, se da básicamente lo mismo, siendo nosotros los mismos actores que afuera, y el rol del estado es asumido por el barrio. En esta versión edulcorada de la realidad exterior, se dan las mismas problemáticas, y se le agrega la conflictividad de sentirnos más dueños del espacio público y de la decisión de respetar o no la normativa del lugar donde decidimos vivir. Si bien es un predio privado, la calle sigue siendo calle, y el desbalance entre un niño de 5 años en bicicleta contra una camioneta de 2000 kilogramos a 30 km/h es de consecuencia fatal. Entonces, debemos mantener la misma responsabilidad y respeto que deberíamos tener afuera en el rol que nos toque jugar: peatón, ciclista o conductor.

Son las autoridades de los barrios quienes deben disponer de normativas de control eficaces y serias, mantener las calles seguras e iluminadas, con un esquema de vallas inteligentes que permita la circulación peatonal sin obligar a compartir la senda con los vehículos, con forestación que no genere puntos ciegos en esquinas o bulevares.

El uso de controles electrónicos de velocidad y la eliminación progresiva de lomos de burro que castigan por igual a todos, incluidas ambulancias, seguridad, bomberos, ciclistas (y son anacrónicas e incompatible con toda medida de seguridad vial moderna) también son necesarios.

Salvo contadísimas excepciones, las urbanizaciones no tienen ni bicisendas ni veredas,

Esto debería comprometernos aún más en el respeto al más débil: el vehículo a los ciclistas y peatones, y los ciclistas también a peatones.

Los ciclistas en las urbanizaciones grandes deben tener una conducta responsable y tratar de entender que es una convivencia forzada con obligaciones para ambas partes, el conductor debe entender la capacidad de daño de un vehículo sobre un ciclista, y los ciclistas que la calle no es una pista de entrenamiento exclusiva.

En definitiva todos los actores sociales, tanto en el ámbito privado como público somos responsables de mejorar nuestra conducta vial, eso sin dudas mejorará nuestra seguridad y calidad de vida.

Matías Barassi

Especialista en Seguridad Vial

mbarassi@estudiovial.com.ar

www.estudiovial.com.ar

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