La bodega mendocina Pulenta Estate celebró una nueva edición de su Portfolio Tasting, una experiencia que permitió descubrir las últimas añadas de sus vinos. La jornada reflejó con claridad la esencia de la casa: un estilo consolidado, coherente y sin concesiones, resultado de más de veinte años de trabajo constante, discreto y guiado por una filosofía enológica precisa.

Durante la degustación, los asistentes pudieron disfrutar de vinos blancos, rosado, naranjo y tintos pertenecientes a las líneas Pulenta Estate y Gran, todos elaborados con uvas de viñedos propios situados en zonas altas de Mendoza, como Alto Agrelo y Los Árboles, en el Valle de Uco. La combinación de estos terroirs, junto con una enología enfocada en la pureza y la elegancia, dio lugar a un portfolio diverso y equilibrado, en el que cada etiqueta expresa identidad y profundidad.
“Estamos muy contentos de poder mostrar hoy un portfolio completo, con diferentes líneas pero con un norte claro: la calidad. Cada vino nace de las variedades que cultivamos en nuestras propias fincas. Estudiamos profundamente nuestros suelos y vinificamos con precisión para poder mostrar el verdadero potencial de nuestro terruño, tanto aquí como en el mundo”, expresó Eduardo Pulenta Jr., director comercial de la bodega.

Cada vino respondió fielmente al estilo Pulenta Estate: expresión varietal precisa, equilibrio en boca, mínima intervención estética y una marcada conexión con el origen. La selección presentada reflejó no solo una evolución técnica, sino también una madurez conceptual que permite a la bodega abarcar una gama amplia sin diluir su carácter.
Pulenta Estate es el resultado de una herencia viva: cuatro generaciones de una familia pionera en la vitivinicultura argentina, que ha sabido combinar legado y modernidad en cada decisión de viñedo y bodega. Hoy, esa historia se proyecta a través de vinos que sostienen una identidad clara, respetuosa y coherente.
“Pulenta Estate tiene un estilo propio, y para mí es un orgullo tener un portfolio completo que lo represente. Pero lograrlo sin perder el alma es lo más difícil. Y creo que lo hemos conseguido: siendo fieles a nosotros mismos, al terroir con el que trabajamos, y al cuidado en la selección de lo que embotellamos.

Lo que llega al consumidor es realmente lo mejor de nuestra bodega: sin atajos, sin concesiones. Un portfolio completo, sin perder el alma”, expresó Javier Lo Forte, Chief Winemaker de Pulenta Estate.
Con esta degustación, Pulenta Estate reafirma su lugar como una de las bodegas argentinas de alta gama que ha logrado construir una visión integral, técnica y sensible, en la que cada vino es parte de una narrativa sólida, auténtica y refinada.
La línea Pulenta Estate
Desde los primeros varietales elaborados por la bodega —como el Merlot— hasta las incorporaciones más recientes, como el Pulenta Estate Naranjo, esta línea se ha caracterizado por ser un espacio de expresión precisa, con foco en la pureza varietal, el equilibrio y la elegancia sobria.

“Lo interesante de esta línea es que crece con sentido. No se suma una etiqueta por oportunidad, sino por coherencia con lo que la finca y el equipo enológico nos proponen. El Merlot, uno de los primeros vinos que elaboramos, hoy sigue evolucionando y muestra una profundidad que solo se logra con el tiempo. A la vez, vinos como el Naranjo nos permiten explorar otras texturas, sin perder el ADN Pulenta”, explicó Javier Lo Forte, Chief Winemaker de la bodega.
En el caso de los blancos, la cosecha 2025 se desarrolló bajo condiciones térmicas ligeramente más altas, resultando en una vendimia clásica mendocina, con excelente sanidad y una madurez aromática notable. En el Valle de Uco, los blancos fueron cosechados aproximadamente diez días antes de lo habitual, manteniendo una sanidad sobresaliente y destacándose especialmente el Torrontés, cuya expresión aromática sorprendió por su frescura y complejidad.

En los tintos, como el Merlot presentado en esta ocasión, la cosecha 2023 acompañó de manera ideal. Las heladas primaverales de octubre y noviembre generaron una concentración natural que dio lugar a vinos opulentos, con un gran potencial de guarda: exactamente lo que se busca en esta línea. El Cabernet Franc 2023, por su parte, alcanzó un balance excepcional entre concentración y tipicidad, resultado directo de decisiones precisas respecto al momento de cosecha.
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