
¿Cómo se hace para ayudar? Muy simple, en las sucursales de Librerías Matilda de Nordelta, Lirios del Talar y Euskal, habrá unas cajas a las que podemos llevar cualquiera de estos materiales: lápiz negro, gomas, hojas cuadriculadas, reglas, sacapuntas metálicos, bolígrafos azules, verdes, rojos y negros, plasticola, hojas Canson, hojas de calcar, marcadores, lápices de colores, blocks de hojas blancas y color N5, cartucheras con cierre, mochilas, cartulinas, papel crepe, papel glacé y mapas políticos. Por supuesto que tienen que estar en buenas condiciones si son usados, o aprovechando las compras en los locales se pueden donar productos nuevos.
«Creemos que el esfuerzo de estos chicos es enorme y merecen empezar el año con un kit con olor a nuevo y que sirva además como motivador para el comienzo de clases. En la sede de Las Tunas funcionan talleres del Área de Educación como de Refuerzo Escolar, D.A.L.E (Derecho a Aprender a Leer y Escribir) donde cada niño es recibido, escuchado, atendido, reconocido y valorado. Acompañamos también a los chicos becados del Colegio María Guadalupe y Conbeca», detallan desde la fundación. «Estamos siempre atentos a las demandas del barrio, donde prestamos especial atención a determinados casos de vulnerabilidad, donde vemos que algunos chicos no asisten a clases por no contar con los útiles necesarios. Esto es posible con el acompañamiento de una comunidad y trabajando en equipo con las escuelas del barrio y asistentes sociales del municipio», aseguran.
Para más información de la campaña, se puede escribir a info@fundacionnordelta.org


