
Además de las intrusiones, hay que recordar que a fines de la semana pasada se produjeron varios secuestros virtuales. El miércoles pasadas las 23.30 una familia de ese mismo barrio recibió un llamado telefónico con las características que siempre contamos y que suelen ser la mismas en este tipo de casos: un «hijo» con voz asustada dice estar siendo secuestrado. En esta oportunidad «la víctima» aseguraba haber sido abordada cuando entraba a su departamento por tres hombres que lo mantenían encañonado y exigían dinero. El vecino, al reconocer que la voz en el teléfono no era la de su hijo, y sabiendo que el mismo se encontraba en una reunión fuera de Buenos Aires, cortó de inmediato y desde un celular, pudo comunicarse con él, determinando la falsedad del secuestro. Este dato es importante, ya que siempre hay que intentar comunicarse con la persona supuestamente secuestrada desde otro teléfono o celular que no sea al cual se recibió la llamada amenazante.



Y eso es con la troncal cerrada, imagínense si la abren!!!