Destino Playas
Brasil es un destino muy elegido por los argentinos en vacaciones de verano. Dentro de la cercanía con argentina sin duda Florianópolis cuenta con numerosas playas para disfrutar. Muchas muy conocidas como Praia Brava, Praia dos Ingleses, Canasvieiras, Joaquina, Lagoinha. Unos 85 km. antes de llegar a “Floria” se encuentra Praia do rosa un destino que durante los últimos 20 años no paró de crecer pero aún conserva su rudimentarismo y es el lugar elegido de muchos surfers para pasar el verano.

Es que si hay algo que tiene Praia do Rosa es que llegas ahí y te das cuenta que para vivir no necesitas nada más que un par de ojotas, un traje de baño y un techito cada tanto cuando llueve. La energía y conexión con la naturaleza es instantánea. Está claro que no es un destino para todo el mundo. Se requiere de poder caminar sin problema para disfrutarlo. Aunque hay uno o dos alojamientos en el centro de la bahía: Fazenda Verde y Fazenda Rosa que están casi a ras de la playa. El resto de los alojamientos y casas están más arriba en la ladera del morro y como mínimo requieren una caminata de medio km. para subir y bajar a la playa.

Esta zona costera de Brasil es una sucesión de bahías de diversos tamaños. Mirando el mar a la derecha de la bahía de Praia do Rosa está Praia do Luz a la que se puede acceder en auto al mejor estilo Cariló y donde siempre uno se encuentra con el carrito infaltable de venta de Caipirihna o Caipiroska. Un personaje pintoresco si los hay.

Otro recorrido que les recomiendo es un día cargar el auto y partir para Guarda do Embau. Y obviamente que también es una opción en donde alquilar o alojarse. Lo pintoresco de este lugar es que al llegar dejas el auto y lo primero que encontrás es una laguna, que hay que sortear a pie con el agua en la cintura y las cosas en la cabeza, o para los más civilizados, hay botes que te cruzan. Allí hay una playa con extenso mar que se une también a la laguna generando un pequeño río. Hay días que se puede cruzar a una segunda bahía más pequeña, parte caminando y parte a nado. (O también sólo caminando por una trilla pero desde el lado previo a cruzar la laguna). Y de allí se cruza una trilla no muy extensa, y se llega a la Prainha. La verdad es ¡¡Imperdible!! El placer de llegar a esa playa desolada y esa bahía increíble es único. Amantes del yoga y la meditación querrán eternizarse en dicho lugar a contemplar.

Este parador es soñado y además se come muy bien (¡o teníamos mucho hambre después de la extensa caminata!). Hay poca gente, algunos viajeros, mochileros, muchos de ellos que viven en un camping allí cerca. Si uno quiere visitarla en auto, puede hacerlo yendo hasta Pinheira y de allí sólo debe hacer una trilla en bajada (¡¡A la vuelta hay que subirla!!) de unos 10 a 15 minutos).

Texto y fotos Mercedes Cordeyro
@viajja2net
Más Fotos: Manuela Conte y Mercedes Cordeyro
 
				
 
	 
	 
	 
	 
	
