
Hasta hace una semana, los cursos de gastronomía se dictaban en un aula común donde por la mañana se daba apoyo escolar y luego, para dar las clases de cocina, se recurría a un anafe de campamento y mesas. Con esta nueva cocina, los cursos podrán profesionalizarse aún más, abriendo el abanico de las oportunidades de salida laboral.
Este año, 50 alumnos finalizaron en los cursos de gastronomía y gracias a la bolsa de empleo con la que cuenta la fundación, en lo que va del año 88 personas ingresaron a trabajar en empresas de la zona. «Queremos que más vecinos conozcan nuestra misión y nos ayuden a difundir esta tarea. Es muy importante que podamos vincularnos y llegar a más empresas de la zona para poder ampliar la oferta laboral. Los invitamos a conocer nuestra aula cocina en nuestra casa de Las Tunas. Será un placer recibirlos», invitan desde la fundación.





