Hay piezas de diseño que parecen hablar. No con palabras, sino con formas, texturas y silencios. La nueva butaca Ø, concebida por la reconocida modelo, fotógrafa y directora artística global de la marca Bo Concept Helena Christensen, es una de ellas. Amplia, envolvente y absolutamente sensorial, se inspira en la calma de las pequeñas islas de Dinamarca —esa tierra de horizontes despejados, madera cálida y luz suave— para invitar a desconectarse y crear un refugio íntimo dentro del hogar.

“Me gusta el símbolo Ø. Nací en una isla y las encuentro mágicas porque están rodeadas de agua. Nuestro sillón es como una pequeña isla acogedora en tu casa”, dice Helena, con ese tono poético y sereno que se refleja también en sus diseños.
Con un estilo escandinavo de líneas limpias y alma cálida, Ø combina elegancia y funcionalidad. Su forma envolvente, pensada para abrazar el cuerpo, se realza con una nueva tela —Lucca, creada por la propia Christensen—, que se distingue por su textura suave y táctil. “Quería que se sintiera sensual, que fuera una experiencia sensorial. El confort tiene tanto que ver con cómo se siente algo como con cómo se ve”, explica.

La pieza forma parte de la última colección de BoConcept, la firma danesa de mobiliario que hace años se consolidó como referente del diseño escandinavo contemporáneo. Pero aquí, más allá de la marca, lo que destaca es la mirada de Helena, que logra traducir su universo artístico y su amor por la naturaleza en un objeto cotidiano, casi meditativo.
“Quería crear un sillón en el que pudieras dejarte caer y dejar vagar tus pensamientos. Para mí, el lujo reside en eso: tener un lugar donde acurrucarte con un libro, una taza de té o tu perro. Esos pequeños refugios son esenciales en una casa”, cuenta.

La propuesta no termina en el sillón. Christensen amplía su mirada hacia el arte y la decoración con nuevas piezas que integran su colección Flora, una cápsula que mezcla fotografía, cerámica, textiles y esculturas inspiradas en las flores.
El jarrón y las esculturas de esta línea evocan pétalos en movimiento, mientras que una alfombra tejida a mano, en tonos suaves de amarillo, beige y rosa, aporta textura y armonía visual.
“Todo empezó con mis fotografías de peonías. Quería llevar esa delicadeza natural a otro nivel, darle vida en 3D”, explica. “Para mí, los accesorios son los que hacen que un hogar sea personal. Mi casa refleja mi universo interior; es una extensión de quién soy”.

Entre los nuevos accesorios también se incluyen los cojines “Teddy”, creados junto a los artesanos de Linie Designs en Copenhague, una serie lúdica y sofisticada que refuerza la sensación de calidez que atraviesa toda la colección.
En tiempos donde el diseño tiende a lo táctil, lo emocional y lo humano, Helena Christensen logra capturar el espíritu danés más puro: la búsqueda de la belleza en lo simple, la conexión con la naturaleza y el placer del descanso. Ø no es solo una butaca. Es, literalmente, una pequeña isla de serenidad.


