A 5 metros de distancia

A 5 metros de distancia¡Hola! Hoy les traigo una nueva historia de AMOR 2.0 en mi vida. Una historia que sucedió simultáneamente en el mundo virtual y en el real.
Era un jueves de diciembre cuando decidimos ir a comer algo con dos amigas. Fin de año estaba cerca, hacía calor y teníamos ganas de pasarla bien un rato. Así que, fuimos a un restaurant del bajo de San Isidro para poder comer y tomar algo con buena música y mucha onda. Apenas entramos al lugar lo vi a ÉL y ¡me encantó! Automáticamente les dije a las chicas que me copaba el chico que estaba en la barra; enseguida mis amigas se engancharon en la historia y empezaron a idear estrategias de conquista. Vale aclarar que Vicky está casada y Vichi lleva 15 años de novia. ¿Por qué la aclaración? Porque están más allá del chamuyo, porque hace rato que no salen de levante y porque buscarme candidato es uno de sus deportes preferidos.
Fue entonces que comenzó la salida más divertida de mi vida en mucho tiempo. Nos sentamos en una mesa pensada estratégicamente desde donde podíamos verlo bien y pedimos nuestra comida y unos tragos para relajarnos un poco más.
Durante la noche comenzamos a intercambiar miradas con él y todo se empezó a transformar en una situación muy graciosa.
Él es Joaco y trabaja ahí. Esa noche, se la pasó yendo y viniendo de acá para allá pasando siempre cerca de nuestra mesa pero sin decirnos nada, ni siquiera para preguntarnos si necesitábamos algo más. Era toda una conquista muy teen hasta el momento, miradas, risas y caras ruborizadas, hasta que mis amigas se cansaron de la historia sin fin y tomaron la posta.
Agarraron mi celular y abrieron Happn. “Esta red de algo tiene que servir”, decían a las carcajadas. Y yo les di rienda suelta, porque nada más divertido que reírme con ellas y volver a ser adolescentes por un rato. Además, claro está, que justo yo no iba a tener la suerte de cruzármelo por ahí. Pero, una vez más, el mundo 2.0 me sorprendió y ahí estaba él, a “5 metros de distancia”. Por supuesto que no dudaron en darle like a su perfil y además, enviarle un “saludo” para hacer todo más obvio y esperar que el match se concretara para decirle que lo estábamos mirando desde la mesa de la ventana.
Pero el match no se concretó, entonces el plan de conquista cambió su rumbo. Llegó la hora de irnos, pedimos la cuenta y antes que viniera algún mozo a buscarla, Vicky escribió en una servilleta “Joaco, chequeá tu celular y abrí Happn. ;)”. Para asegurarnos que fuera él quien la recibiera, Vicky se acercó a la caja para dársela en la mano, mientras Vichi y yo salíamos corriendo para el auto muertas de risa.
Puse marcha y salimos totalmente excitadas y a las carcajadas, disfrutando como en nuestras épocas doradas de adolescencia y soltería. A las dos cuadras mi celular recibió un match, SU MATCH y el auto estalló de los gritos. ¡Esa misma noche me habló y me invitó a salir! Tuvimos nuestras salidas copadas pero obviamente, una vez más el match no llegó al altar. Pero esa otra parte de la historia se las contaré más adelante…

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