La Nutrigenómica es una nueva ciencia, que surgió a partir de la decodificación completa del genoma. La Nutrigenómica estudia cómo alimentos y nutrientes interactuan con los genes, produciendo su regulación y los cambios metabólicos que se generan por esa interaccion. Los alimentos nos proporcionan nutrientes y sustancias biológicamente activas, beneficiosas para la salud. La salud o la enfermedad dependen de la interacción entre la genética y el medio ambiente, que son los alimentos, la actividad física, etcétera. De hecho, existen numerosos estudios epidemiológicos que ratifican la existencia de cierta asociación entre la dieta, la actividad física y la incidencia e intensidad de las enfermedades crónicas.
La Nutrigenómica estudia cómo influyen los macro y micronutrientes en la expresión de nuestros genes para regular el metabolismo y mantener una salud óptima, ayudando a prevenir la aparición de enfermedades.
En este sentido la Nutrigenómica halla explicaciones y desarrolla herramientas que confirman los efectos que producen los nutrientes en los genes y el comportamiento de los genes frente a cada nutriente. De este modo se están resolviendo algunos problemas metabólicos a partir del conocimiento de las interacciones conocidas entre los genes y los nutrientes. Esta nueva ciencia aumentará las estrategias de prevención y de tratamientos individualizados, tratando de anticiparse a las enfermedades cuando las mismas están latentes.
Esto significa que una vez que se identifican los nutrientes capaces de regular la expresión de una enfermedad determinada, su consumo disminuiría la posibilidad de que algún gen se exprese erróneamente y, por lo tanto, que la alteración metabólica se atenúe. En el futuro se podrá optar por aportar al organismo los micronutrientes esenciales para su metabolismo teniendo en cuenta su patrimonio genético y su estilo de vida.
Los primeros productos nutracéuticos ya aparecieron en diversas partes del mundo. Están basados en biotecnología nutrigenómica, que combinan pequeñas cantidades de micronutrientes o ingredientes precisos, como oligo-elementos, aceites, vitaminas, minerales y extractos de plantas, que poseen efectos preventivos para enfermedades que nos afectan a todos, tales como los niveles elevados de colesterol y triglicéridos, las deficiencias inmunes, la pérdida de densidad de los huesos o los problemas para lograr un sueño profundo y reparador.
Ya existen combinaciones de micronutrientes nutrigenómicos que ayudan a reducir los triglicéridos y el colesterol en las personas que los tienen elevados. Esto lo hace de manera natural uniéndose a un regulador de los genes del metabolismo de las grasas sanguíneas, que se llama PPAR. Algunas grasas de los alimentos se unen a este regulador en forma habitual. De esta manera las grasas alimentarias regulan la calidad y cantidad de las grasa de la sangre reduciéndolas.
El desafío para el futuro de la salud es mejorar la calidad de vida, minimizando los efectos nocivos de la mala alimentación, la falta de ejercicio, la obesidad y el estrés en una sociedad cada vez más exigente y apresurada.
Por Dr. Alfredo Lozada
*Médico clínico y especialista en colesterol (lípidos), jefe del centro de lípidos del Hospital Austral y de Fleni.
